martes, 7 de septiembre de 2010

¿Y qué hacemos aquí? Mostrando a todo el mundo nuestras emociones. Nuestros recuerdos, enseñándolos uno a uno. Haciéndoles partícipes a los demás de lo que sentimos por otra persona, cuando el amor es de dos y no de varias personas. Poniendo nota a los cuerpos, criticándolos, halagándolos. ¿Quién somos para hacer eso? ¿Quién nos creemos para desbaratar el encanto de la adolescecia y convertirlo en una cosatante presión? Una adolescencia llena de presiones, complejos, críticas. ¿En qué momento se nos ocurrió destrozarnos de esta manera? Convirtiéndonos en un escaparate de opiniones, de envidias.

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